En los últimos años hemos estructurado operaciones de inversión complejas. Un ejemplo de este tipo de operación podría ser una operación hotelera en la que intervienen los siguientes actores: un propietario que aporta un suelo para uso hotelero; un operador hotelero que se obliga a pagar una renta cuando el hotel esté listo, aportando las garantías previas necesarias para el desarrollo del proyecto, mediante un contrato a largo plazo; una empresa constructora que edificará el hotel de acuerdo con el plan de necesidades del operador hotelero; un inversor/financiador que aportará los fondos necesarios para construir el hotel; un inversor patrimonialista que adquiere el hotel llave en mano y abierto al público.
En la actualidad, estamos asesorando en la estructuración de operaciones en proyectos en España, Portugal, Norte de África y Caribe.